NABARLUR. Euskal herriko lurraldetasun historikoa erakusten duen webgune bat da. Europan estatu burujabea zen NAFARROA.

NABARLUR. Un espacio en el que se muestra la territorialidad histórica de Vasconia. El ámbito en el que se desarrolló un pueblo, su idioma, y su Estado, independiente y reconocido en toda Europa, NAVARRA.

2011-02-22

Reivindicaciones nabarras al imperio Castellano-Leonés (España)


Ver Laudo de Londres 1177 en un mapa más grande

Laudo arbitral de Londres (1177).

En 1173, el rey Alfonso VIII de Castilla rompió las treguas por 10 años que tenía firmadas desde 1167 con el rey sancho VI "el Sabio"de Navarra. Pasados tres años de guerras acordaron solucionar el contencioso ante Enrique II de Inglaterra.

Transcripción y traducción de las Alegaciones de Navarra.

El rey Sancho de Navarra pide el monasterio de Cudeyo (Trasmiera), Montes de Oca, el valle de San Vicente (Riojilla), el valle de Ojacastro, Cinco Villas (Rioja), Montenegro de Cameros, la Sierra de Alba hasta Agreda (Soria). Exige todo ello y la tierra comprendida entre estos enclaves y Navarra.

Además, pide lo que el emperador arrebató al rey García Ramírez, su padre, por la fuerza, es decir: Nájera, tanto el castillo de cristianos como el de judíos, Grañón, Pancorvo, Belorado, Cerezo de Río Tirón, Monasterio, Cellorigo, Bilibio, Meltria, Viguera, Clavijo, Berberana, Lantarón. (en 1134)

Exige todo ello y demanda que se le devuelva, puesto que el rey García Ramírez, su padre, lo poseía por derecho hereditario y el emperador (Alfonso VII) se lo arrebató.

Reclama también Belorado, que el emperador había devuelto al rey García Ramírez, su padre, y que, muerto éste (en 1150), el mismo emperador arrebató a Sancho VI, actual rey de Navarra, quien lo tenía y poseía en paz como su propia hereda. Igualmente, pide que por parte de Alfonso VII, rey de Castilla, se le restituya la posesión de los castillos recientemente arrebatados con las rentas allí percibidas y todo lo que ahora tendría si no lo hubiesen expulsado de tales enclaves.

Estos son los nombres de los castillos: Quel, Ocón, Pazuengos, Grañón, Cerezo de Río Tirón, Valluércanos, Treviana, Murillo, Ameyugo, Miranda, Santa Gadea, Salinas, Portilla, Malvecín, Leguín y el castillo que tiene Godín. (en 1173-1176)


Memorandum beaumontés del año 1540 sobre la restitución de Navarra, enviado al Rey de Navarra, Enrique II, para que lo emplee en las negociaciones en curso para el matrimonio de Juana de Labrit y Felipe II.

"Quanto a lo que pertenesce a V. Alteza, según lo que solía extender este Reyno antiguamente como es pública voz y fama que era señor de Guipúzcoa, Vizcaya y Alaba y mucha parte de Rioja, hasta el holmo de Burgos; como por la sepultura que antiguamente los reyes de Navarra tenían en Nájera y otras ciudades y villas que hoy en día parescen las armas de Navarra; anssí como en Logroño y en otros lugares y de poco acá se han borrado".

Como puede verse en estos documentos, los Nabarros siempre han reivindicado la territorialidad completa de Nabarra, esto es, desde la bahía de Santander (Trasmiera), desde Atapuerca (Olmo de Burgos-Montes de Oca) y desde el Moncayo.

Parece ser que después del Tratado de Támara (1127), dejaron de reivindicarse las merindades de Castilla la Vieja y la Bureba (perdidas en 1060) ya que no son mencionadas en el Laudo de Londres.

Según el Tratado de Támara (1127), último firmado en igualdad de condiciones entre el rey Alfonso I "el Batallador" y Alfonso VII de León, se estableció que:

Para que en adelante no surgiere ninguna disensión entre ambos reinos, se decidió qué tierra era Reino de Navarra, es decir, desde el río Ebro hasta cerca de la ciudad de Burgos, que el rey Sancho de Castilla (1065-1072) había arrebatado con violencia a su pariente el rey Sancho de Navarra (Sancho IV el de Peñalén), hijo del rey García (García Sánchez de Nájera). De lo cual se extendieron documentos entre ambos reyes y reinos de Castilla y Navarra y cada uno de ellos recibió "cartas suas firmatas et bene vallatas". Entonces Alfonso de Aragón entregó toda la tierra de Castilla a Alfonso de Castilla, y en adelante no quiso que se le llamara emperador, sino rey de Aragón, Pamplona y Navarra.