La caída del imperio romano posibilitó que los vascones se organizaran en torno al ducado de Vasconia, creado en un principio por los francos merovingios, pero independizados de estos en el año 660 con el príncipe vascón Félix.
Su territorio se extendía por las dos vertientes de los pirineos. Al oeste hasta la cabecera del Ebro y al noreste sobrepasaba la orilla del río Garona.
En el siglo VIII, los vascones se vieron acorralados entre dos potencias, los Francos al norte y los musulmanes al sur. Carlomagno terminó configurando la Marca Hispánica al sur del pirineo con los territorios que había conquistado.
A principios del siglo IX los territorios de Ribagorza, Pallars, Urgell y Cerdaña dependían de los condes de Tolosa (Toulouse). Éste dominio era rechazado por los clanes locales que se rebelaron contra ellos. En el año 833 Aznar Galindo, conde de Urgell y Cerdaña hasta el 834, sustrajo a los condes tolosanos el Pallars y la Ribagorza donde resistió hasta el 844, cuando fue expulsado por el conde Frédol de Tolosa.
Finalmente, el asesinato del conde Bernardo II de Tolosa, fue aprovechado por un noble local, Raimundo o Ramón I (872-920) para independizar Pallars y Ribagorza. Raimundo era biznieto del conde vascón Otsoa Zentulo “Wasco” y tío del rey de Pamplona Sancho Garcés I (905-925).
A la muerte de Raimundo I en el 920 sus dominios fueron repartidos entre sus hijos: Bernardo y Miro rigieron Ribagorza, y Lope e Ysarno cogobernaron el condado de Pallars.
El condado de Ribagorza y el valle de Aran.
El condado de Ribagorza comprendía las cuencas de los ríos Esera e Isábena y buena parte de la del Noguera Ribagorzana. Las primeras referencias del valle de Aran en la edad media datan del siglo X y lo sitúan vinculado a Ribagorza.
Las luchas con los musulmanes se reactivaron en el año 904 y en el 907 las fuerzas del Banu-Qasi Al-Tawil de Huesca se apoderaron de Roda y Montpedrós, que años más tarde, fueron recuperadas probablemente por el conde Bernardo I (920-950).
Bernardo I casó con Tota, hija del conde de Aragón Galindo Aznar II (893-922). Tota era hermana de Andregoto, heredera del condado de Aragón y casada con el rey de Pamplona García Sanchez I (931-970).
Su hijo Raimundo II (950-970) amplió el territorio y consiguió de mano del arzobispo de Narbona su segregación del obispado de Urgell, estableciendo su sede episcopal en Roda. Su catedral fue consagrada en el año 956. A finales del siglo X el condado contaba con 22 castillos, 11 monasterios y 19 iglesias.
La muerte del conde Ysarno (990-1003) provocó una crisis sucesoria que fue aprovechada por Al-Malik, hijo de Almanzor, para invadir el sur del condado, arrasando Roda en el 1006.
El condado estaba en manos de Tota de Ribagorza (1003-1009), hermana de Ysarno y esposa del conde Suñer de Pallars (948-1011) que rigió el condado. A la muerte de éste le sucedió su sobrino Guillermo (1011-1017), que murió a raíz de un enfrentamiento contra los hombres del valle de Aran, contrarios a su dominio.
Este hecho provocó que el condado recayera en otra sobrina de Tota, la condesa Mayore (1017-1025), hermana del conde Sancho García de Castilla (995-1017), y tía de la esposa del rey de Pamplona Sancho III “el Mayor” (1004-1035).
En 1018 la condesa Mayore pidió ayuda a Sancho III que expulsó a los musulmanes del sur del condado. En 1020 fue repudiada por su marido, el conde Ramón III de Pallars Jussa, que quería arrebatarle el condado y se refugió en la parte septentrional del mismo.
Finalmente, Mayore entregó también el norte del condado a Sancho III en 1025 para retirarse al monasterio castellano de San Miguel de Pedroso.
Sancho III entregó los condados de Sobrarbe y Ribagorza a su hijo Gonzalo, sin separarlos del reino, que quedaba integro para su primogénito legítimo, García III “el de Nájera”. Tras la muerte de Gonzalo, fue su otro hermano Ramiro, régulo en el condado de Aragón, quien se hizo cargo de los tres condados pirenaicos.
El hijo de Ramiro, Sancho Ramirez, se convirtió en 1076, en rey de Pamplona y Aragón, tras morir su primo el rey Sancho VI de Pamplona (1054-1076), traicionado y asesinado por sus hermanos y con la complicidad de Castilla.
Le sucedió su hijo Pedro I (1094-1104), que murió durante una intervención armada en el valle de Aran.
Su hermanastro Alfonso I “el Batallador” (1104-1134), según la documentación, reinó en Aran al menos entre 1108 y 1134.
Tras la separación de Aragón del reino de Pamplona el valle de Aran pasó a ser dominado por los condes de Comminges, al menos desde 1144, para pasar en 1175 a la corona de Aragón. Dentro de ella pasó a depender del reino de Mallorca (1298) y finalmente del principado de Catalunya (1411).
Desde finales del siglo XI, varios castillos del límite entre Ribagorza y Pallars cambiaron de manos entre los nobles locales como es el caso del de Montañana, o los del valle de Boí, que terminaron siendo propiedad de los condes de Pallars Jussa. La disputa a partir del siglo XIII entre Aragón y Cataluña, por el condado de Ribagorza, terminó con la decisión salomónica de dividirlo en dos por el cauce del Noguera Ribagorzana, quedando la Alta Ribagorza bajo administración catalana desde 1833.
El condado de Pallars.
Regido desde el 920 por los hermanos Lope e Ysarno, fue heredado por los hijos de Lope: Ramón II, Borrel y Suñer. Suñer fue también conde de Ribagorza junto a su mujer Tota entre (1003 y 1011).
El condado se dividió en dos tras la muerte de Suñer de Pallars (948-1011) que lo dividió entre sus dos hijos: Para Ramón III (1011-1047) el Pallars Jussa y para Guillermo II (1011-1035) el Pallars Sobirá. Ramón III estuvo casado con la condesa Mayore de Ribagorza hasta 1020, cuando la repudió. Intentó apoderarse del condado de Ribagorza pero Sancho III “el Mayor” de Pamplona se lo impidió.
No hay constancia de que el Pallars fuera gobernado por los reyes de Pamplona. Sancho III “el Mayor” se titulaba rey en Sobrarbe y Ribagorza pero no en Pallars. A su hijo Gonzalo le dio las tierras situadas entre Matidero y LLort (Espot), lindero entonces con el condado de Pallars Sobirà.
El condado de Pallars Jussà fue absorbido por el condado de Barcelona a finales del siglo XII. La parte norte, el Pallars Sobirà, continuó de manera independiente hasta 1229. Entonces pasa a depender de los condes de Comminges, de los que más tarde se desvincula comenzando una serie de luchas con la ayuda de los reyes de la corona Aragonesa.
La llegada de los trastámaras al trono de Aragón supuso un recorte de las libertades y privilegios de los Pallareses que desembocaron en enfrentamientos armados. Finalmente en 1484, Fernando II de Aragón “el Falsario” mandó al conde de Cardona a conquistar el territorio Pallares, consumando la conquista en 1488.
El códice de Roda redactado en el año 992, ofrece unas genealogías de los primeros reyes de Pamplona junto a condes de la órbita pirenaica. En la relación que da de los condes Pallareses se refiere realmente a la rama que gobernó en Ribagorza:
25. Raimundo (conde entre 872-920) tomo por esposa (…) y engendró a Bernardo, y a don Miro, y a don Lope y don Ysarno que fue cautivo en Tudela y liberado de los hierros por el rey Sanzio Garseaniz (Sancho Garcés I). Este se casó con doña Giniguentes, que fue hija de Aznari Datus.
26. Bernardo (920-950) tomo por esposa a doña Tota, hija de Galindo Aznari, y engendró a Raimundo, a don Galindo (…) y a doña Aba.
27. Raimundo (950-970) tomo por esposa a doña (…) hija de Guillermo García, y engendró a don Unifredo (970-979) y a don Arnaldo (979-990), a Ysarno (990-1003) y a doña Aba condesa de Castilla.
En las montañas aragonesas y catalanas se habla cuando menos euskara hasta el siglo XV. Existieron con seguridad comarcas de habla vasca al menos hasta el siglo XVII, tal y como deja escrito Axular y ratifican Tovar y Joan Corominas.
Si lo vemos más despacio, en el actual pequeño Estado pirenaico de Andorra (Annorra, Anorra o Annuria) nos dice Corominas, el principal y más refutado investigador de la cuestión, había vascoparlantes hasta los siglos XII-XIII, siglos de debacle del reino vasco:
“los nombres de parentesco vasco en el Alto Aragón y en el noroeste de Catalunya se encuentran en masa. Nos dedicaremos a estas comarcas: Ribagorça, Val d´Arán, Pallars, Alt Urgell, Andorra y Cerdanya. En ellas y en Aragón esos nombres (vascos) aparecen en masas tan grandes que ello nos da una sensación de gran seguridad y nos aporta elementos de comparación lo bastante numerosos para quitarnos a menudo todas las dudas”.
En el Valle de Aran, se pierde el euskara también en el siglo XIII, en el Bajo Pallars se perdió en el siglo XI (Corominas y Ferrán Soldevilla lo ratifican) así como en Nogueras (Lleida). En la zona de Cerdaña se había perdido probablemente para el siglo V.
Algunos núcleos pirenaicos dejarán el euskara por el catalán sin pasar por la romanización.
El profesor Jacques Allières señala que en el versículo 384 de la "Chanson de saint Foy", uno de los textos occitanos más antiguos pues es del siglo XI, se dice: "Cisclaun`l Bascon que son d´Aran": "los euskaldunes de Aran aúllan"(…) para añadir: "Efectivamente son euskaldunes estos vascones que se oponen a los gascones (vascos romanzados que no romanizados)" (“Les Basques. Que sais-je?”).
Según J. Intxausti el número de topónimos en la zona es de:
Alto Aragón: 150
Alta Ribagorza: 30
Alto Pallars o Pallars Sobirà: 90
Alta Ribagorza: 30
Alto Pallars o Pallars Sobirà: 90
Corominas lo concreta más dando el porcentaje:
Valle de Aran: 33-40%
Alta Ribagorza: 35%
Baja Ribagorza: 15%
Alto Pallars o Pallars Sobirà: 54%
Bajo Pallars o Pallars Jussà: 24%
Cerdanya: 57 topónimos vascos.
Alta Ribagorza: 35%
Baja Ribagorza: 15%
Alto Pallars o Pallars Sobirà: 54%
Bajo Pallars o Pallars Jussà: 24%
Cerdanya: 57 topónimos vascos.
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