El 25 de Julio de 1512, el duque de Alba entraba en la ciudad de Pamplona tras conseguir rendirla. Fernando “el católico” había mandado un ejército de unos 15.000 hombres para apoderarse ilegítimamente de Nabarra. Había falsificado bulas papales que declaraban cismáticos a los reyes navarros incluso engañó a sus aliados los ingleses, que esperaban en Pasaia ordenes de invadir Francia.
Los reyes de Nabarra tuvieron que huir de Pamplona, para salvar su vida y la de sus hijos, refugiándose en su castillo de Pau y así preparar la reconquista. Tras los intentos fallidos en otoño de 1512 y en primavera de 1516, una nueva oportunidad se abría en 1520 al generalizarse una revuelta en Castilla. Esto provocó la salida de Nabarra de gran parte del ejército de ocupación que fue aprovechado por el nuevo rey de Nabarra, Enrique II de Labrit “el Sangüesino” (1517-1555), para enviar un ejército desde sus territorios al norte de los pirineos.
Mientras, Andrés de Foix, señor de Asparrots, se dirigía desde Mont de Marsan con un ejército, formado por Navarros, Bearneses y Gascones principalmente, Pedro, hijo del Mariscal Pedro de Navarra que estaba prisionero en Castilla, preparaba la sublevación desde el interior del reino junto a Miguel de Xabier y Juan de Jaso, hermanos del futuro San Francisco de Xabier. Los historiadores españoles interpretan este hecho como una invasión “francesa”.
El 15 de Mayo, después de tres días de cerco, se rendía el coronel castellano que defendía la fortaleza de Donibane Garazi tras lo cual comenzaron a llegar parte de las tropas a Pamplona. El duque de Nájera y virrey de Navarra huía de Pamplona el 17 de Mayo. Al día siguiente Asparrots llegaba a Atarrabia mientras comenzaban las sublevaciones en Xabier, Yesa, Cáseda y Sangüesa, a las que seguirán las de Lumbier el día 20 y Tafalla en torno al día 21.
El alborozo popular precipitó la salida del ejército de ocupación español de Pamplona el día 18, una multitud atacó el palacio ocupado hasta entonces por el virrey y arrancó los emblemas de la familia real española arrastrándolos por el barro. Únicamente resistieron en la fortaleza que ocupaba la actual plaza del castillo y mandada construir por Fernando “el católico” tras la conquista de 1512 varios soldados a la espera de refuerzos desde Castilla. El día 19 Asparrots tomaba juramento en Atarrabia a las autoridades pamplonesas en nombre del rey Enrique II.
El levantamiento en la merindad de Estella se llevó a cabo por Jaime Belaz de Medrano y Martin de Allo. Mientras en la ribera, los distintos pueblos y lugares mostraban su alegría tras la salida de las tropas castellanas y la llegada de las tropas de Enrique II de Nabarra.
El día 20 de Mayo tras 6 horas de cañonazos, en las que Asparrots mostró la eficacia de su artillería, se consiguió la rendición de la fortaleza de Pamplona. Entre los heridos estaba Iñigo de Loyola. Estos fueron atendidos y acogidos por personajes de prestigio como el agramontés Esteban de Zuasti y posteriormente expulsados fuera del reino.
La recuperación de la independencia fue una vuelta a la normalidad y un deseo absolutamente mayoritario. Las autoridades fueron confirmadas en sus puestos tras un juramento de lealtad al rey Enrique II. No se conocen casos de persecución política ni de revanchismo contra la facción beaumontesa que pese a la actitud mostrada en 1512, esta vez había colaborado en la liberación del reino.
Lamentablemente esta situación solo duró hasta la llegada del ejército español el 30 junio de 1521 cuando se enfrentó y derrotó a las tropas nabarras en la batalla de Noain.
Bibliografía:
ESARTE MUNIAIN Pedro, Navarra, 1512-1530, conquista,ocupación y sometimiento civil, militar y eclesiástico.
VV.AA. (1512-2012 Nafarroa bizirik) 500 años de conquista