El actual escudo data del año 1499. Se compone de cuatro cuarteles cuya descripción heráldica es la siguiente: Escudo cuartelado en cruz: Primer cuartel, sobre campo de oro, una encina desarraigada, con siete raigones, en sus colores naturales, coronada por cruz latina cortada y de gules. Segundo, sobre campo de azur, cruz patada de plata, apuntada en el brazo inferior y adiestrada en el cantón del jefe. Tercero, sobre campo de plata, una cruz de San Jorge, de gules, cantonada de cuatro cabezas de moro, de sable y encintadas de plata. Cuarto, sobre campo de oro, cuatro palos gules iguales entre sí y a los espacios del campo. Todo el escudo, timbrado de corona real abierta de ocho florones, cuatro de ellos visibles, con perlas, y ocho flores de lis, cinco visibles, con rubíes y esmeraldas en el aro, en proporción con el escudo de dos y medio a seis.
Ley 2/1984, de 16 de abril, art. 4º pub. en B.O.A. nº 5, 18 de abril de 1984.
El primer cuartel conmemora al legendario territorio de Sobrarbe, el árbol ha sido para los vascones, primitivos habitantes de estas tierras un símbolo mágico que representa las ansias de libertad. Aparece al menos desde el siglo X representado en monedas navarras. La cruz sobre el árbol tiene una larga tradición. Hace alusión a los fueros de Sobrarbe y a la frase “antes fueron fueros que reyes” que significa que todos los gobernantes están bajo el imperio de las leyes y que antes de ser proclamados reyes deben jurar los fueros o leyes del reino.Esta es también la razón de su colocación en el primer cuartel.
En el segundo figura la denominada Cruz de Eneko o Iñigo Aresta, considerada desde el siglo XIV como blasón del Aragón antiguo. En el monasterio de San Juan de la Peña, es visible en varias tumbas de la familia de Eneko Aresta, primer rey de Pamplona. Reyes de Pamplona que también eran Condes de Aragón, como Sancho el Mayor lo utilizaban como firma o signum crucis.
En el tercer cuartel aparece la Cruz de San Jorge, que según la tradición recordaría la legendaria batalla de Alcoraz en 1096, en la que Pedro I de Aragón y Pamplona ganó la ciudad de Huesca ante cuatro reyes moros (zaragozanos), tras la aparición sobrenatural de San Jorge. Un sello del rey de la corona de Aragón Pedro III de 1281 es la muestra más antigua conocida.
El cuarto cuartel representa el escudo familiar de los reyes de la corona de Aragón. El Senyal Real es un escudo de armas de oro con cuatro palos de gules. En heráldica la palabra “barra” se refiere a las franjas diagonales por lo que correctamente hay que decir “palo”. Hay varias leyendas sobre su origen. La más antigua es la del conde Barcelonés Wifredo el Velloso, que recibió de un rey Franco (posiblemente Luis II puesto que Luis I no fué contemporaneo suyo), tras un combate contra los normandos, un escudo amarillo en el que el mismo rey pinto con los dedos manchados de sangre de las heridas del conde, los cuatro palos rojos. El conde de Barcelona Ramón Berenguer IV utilizó unos sellos cuya impronta más antigua data de 1150 en los que se hallan ya los palos en el escudo blocado de las representaciones ecuestres del conde. Hacia finales del siglo XIV comenzó un proceso por el que pasó progresivamente a considerarse señal territorial. Tuvo lugar especialmente en el principado de Cataluña como en Valencia y, en menor medida en Aragón, debido a la competencia con la cruz de Alcoraz o la cruz de Eneko Aresta.