2010-11-09

La Sonsierra de Nabarra

Mapa de la Sonsierra de Navarra después de 1212 y hasta 1461

En las crónicas del rey Alfonso III de Asturias nos dice que las tierras de Bizkaia, Araba, Alaona ¿Aiara o Lantarón?, Urduña, así como las de Berrueza, Deio y Pamplona eran poseídas por sus moradores, es decir, los vascones.

Cuentan las crónicas que el ramal montañoso que llega hasta Buradón fue fortificado por el rey vascón Eneko Arista, política que siguió su hijo García. Razón principal por la que ese conjunto de farallones sería denominado a partir de entonces como Sierra de Navarra. La denominación de rioja alavesa es mucho más moderna.

Tras romperse la alianza con los Banu Qasi en 852, seguramente quedaron despobladas ya que los musulmanes controlaban la Berrueza desde la fortaleza de Deio (Monjardín).

La berrueza junto con la Sonsierra fueron recuperadas por el rey Sancho Garcés I (905-925) durante las campañas que desde 907 a 912, amplió sus dominios desde el castillo de Deio (Monjardín) hasta Calahorra.

Fueron tomadas por los castellanos en 1076 gracias a la traición de Iñigo Lopez y su hijo Lope Iñiguez, recompensados más adelante con el título hereditario de Haro.

Gracias al matrimonio en 1109 entre el rey Alfonso I “el Batallador” con Urraca de Castilla se recuperaron los territorios perdidos en 1076, entre ellos: Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Rioja. La muerte de Alfonso I en 1134 provocó la ocupación de parte de la Rioja pero Logroño y la Sonsierra se mantuvieron fieles al nuevo rey García Ramirez (1150-1194).

Concesión de Fueros en la zona por los reyes nabarros:

-. Sancho VI "el Sabio" (1150-1194)
Laguardia: 1164
San Vicente: 1172
Antoñana (incluidas: Kanpezu, Corres, Osategi, Laño): 1182 (Fuero de Laguardia)
Bernedo: 1182 (Fuero de Laguardia)
Labastida: 1194 (Fuero de Laguardia)

-. Sancho VII "el Fuerte" (1194-1234)
Labraza: 1196 (Fuero de Laguardia)

Invasión castellana de 1199-1200
El ejército de Alfonso VIII de Castilla ocupó los castillos y villas de Berantevilla, Armiñón, Peñacerrada (Urizaharra), Buradón, San Vicente, Toro, Marañón, Kanpezu, Antoñana, Atauri y Corres. Sin embargo no consiguió tomar las fortalezas de Laguardia, Asa, Labraza, Bernedo, Toloño y cuevas de Arana.
A pesar de que los castillos de Treviño, Portilla y Ocio resistieron la acometida, probablemente fueron canjeados por los de Inzura (en 1201) y Miranda de Arga que estaban más al interior del reino y ocupados por los castellanos desde 1198.

Testamento de Alfonso VIII (1204)
Al no tener muy tranquila la conciencia por la forma en que había procedido, en su testamento de 8 de diciembre de 1204 decía:

“Prometo también que, si Dios me da salud, restituiré al rey de Navarra todo lo que tengo desde Ponte de Araniello hasta Fuenterrabía y los castillos de Buradón, de San Vicente, de Toro, de Marañón, de Alcazar, de Santa Cruz de Campezo, la villa de Antoñana y el castillo de Atauri y de Portilla de Corres. Pues sé que todo esto que digo debe ser del reino de Navarra y a él pertenece: a condición, sin embargo, de que el rey de Navarra me dé absoluta seguridad de que jamás ha de procurar mi daño ni el de mi hijo”

Repuesto de su enfermedad, cumplió su promesa solo parcialmente, devolviendo algunos castillos de los mencionados y para convencer a Sancho VII “el Fuerte” (1194-1234) a ir a la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Se sabe que se restituyeron los castillos de Buradón, San Vicente, Toro, Marañón y Peñacerrada (documentado al menos en 1222 como navarro).

El tratado de Libourne (1366) y la ocupación castellana (1378-1386)Durante la guerra entre los dos pretendientes a la sucesión en el trono de Castilla, Pedro y Enrique, el rey de Navarra, Carlos II (1349-1387) firmó un tratado junto con el príncipe de Gales y Pedro de Castilla por el cual se devolvían a Navarra los territorios de Gipuzkoa, parte de Araba (incluidas Gasteiz, Agurain y Kanpezu) y parte de Rioja.

Pedro I subió al trono pero no cumplió lo prometido, pese a todo, los navarros tomaron estas plazas en una rápida intervención.

En 1371 los castellanos recuperaron Kanpezu y obligaron al rey Navarro a aceptar el arbitrio del Papa y el rey de Francia que obligaron a devolver a Castilla las plazas conseguidas en Araba, Gipuzkoa y Rioja.

Poco más tarde, tomando como escusa un incidente en Logroño, el rey Enrique II de Castilla invadió Navarra y ocupó entre 1378 y 1386 toda la Sonsierra hasta Los Arcos y Estella. Sitiada también la capital, el rey Navarro tuvo que aceptar la derrota y una paz impuesta, el tratado de Briones, por el cual Castilla mantuvo sus tropas hasta 1386 en las plazas que había ocupado.

Esta larga ocupación sentó un precedente y castilla demostró un interés por las tierras de la Sonsierra en episodios posteriores.

Nueva ocupación temporal castellana 1429-1436
Los intereses que tenía el rey consorte de Navarra, Juan II de Trastámara (1425-1479) en Castilla resultaron funestos para Navarra. Su enfrentamiento con Alvaro de Luna, condestable de Castilla provocó la guerra contra Navarra y Aragón en 1429.

Los castellanos penetraron por la Sonsierra conquistando todo el territorio desde Buradón a Genevilla en 1429 y 1430. Buradón fue tomado por Fernando Perez de Ayala a lo que la reina Blanca (1425-1441) respondió mandando a Joan Belaz de Medrano con huestes de San Vicente y Viana. Laguardia aguantó siete meses de asedio antes de ser tomada en 1430, el alcalde de Asa, Juan de Hualde, murió en 1429 defendiendo el castillo que finalmente fue tomado en 1430. Al castillo de Marañón llegaron dos cañones en 1430 para defenderlo.

En el tratado de paz de Toledo (1436) se acordó la devolución a Navarra de todos los castillos tomados.


Invasión y pérdida durante la guerra civil 1461-1463
Durante los enfrentamientos entre los partidarios de Carlos, príncipe de Viana y los del usurpador Juan II, rey ahora también de Aragón, los castellanos tomaron parte por los primeros.

Yendo en su ayuda tomaron en 1461, San Vicente, Laguardia, Viana y Los Arcos. El príncipe murió en septiembre de ese año, sin embargo los castellanos siguieron luchando contra el rey Juan II hasta 1463 en que se firmó la sentencia arbitral de Baiona (23 de Abril) por la que toda la merindad de Estella pasaba a manos del rey Enrique IV de Castilla.

Estella que todavía no había sido ocupada resistió las acometidas del ejército castellano, poco después en 1466 la ciudad de Viana se sublevó y expulsó a los castellanos pero nada se pudo hacer por recuperar la Sonsierra ni las poblaciones de Los Arcos, Armañanzas, El Busto y Sanzol que no volvieron a Navarra hasta 1753.
La pérdida de esta comarca, puerta del reino desde 1200, fue terrible para la defensa del reino ya que solo aguantó 50 años más hasta la invasión definitiva de 1512.
La independencia del reino se vió perdida hasta la recuperación de la baja Navarra en 1527 hasta 1620, fecha en que Luis XIII unia a la corona de Francia, Navarra, Bearne y el resto de territorios norpirenaicos de las dinastias Foix-Albret.


Entrada en Araba de las poblaciones de la Sonsierra
En el año 1258 ninguna población de la cara norte de la Sonsierra pertenecía a la Cofradía de Arriaga a la que si pertenecían las villas de la llanada alavesa y parte de los valles occidentales.

En 1417 únicamente Peñacerrada (Urizaharra) se incluye entre las poblaciones que pertenecen a la hermandad de Álava.

No fue hasta después de la conquista de 1461, el momento en que Zanbrana, Buradón, Labastida, Lagran, Kanpezu y Antoñana, pasaran a formar parte de Álava. Posteriormente se integraron Laguardia (1486), Bernedo (1490) y Labraza (1501).